
Si vemos más allá de la excelente historia y producción, y reflexionamos sobre la enseñanza que -consciente o inconscientemente- deja en las personas que disfrutamos viendo esta telenovela, yo rescato lo positivo y lo positivo fue mucho.
algunos comentan: “Ana Paula ¡Se quedó contenta! ¡Satisfecha! ¡Plena! ¡Feliz! ¿Así o más estúpida? ¿Así o más nociva para la educación sentimental de los mexicanos?
¡Qué poca dignidad la de esta muchacha! ¡Qué baja autoestima! ¡Qué desgracia!
¡Y qué listo Rogelio (Jorge Salinas)! En este país, si maltratas a las mujeres, te va bien. ¡Bravo! ¡Felicidades! ¡Pégales!
A ellas les gusta que las humillen y entre peor las trates, más te ruegan. ¡Total! Al final les pides perdón y no pasa nada.”
HAHAHA muy intenso, mucha queja y poca visión. Lo menciono porque… ¿Por qué? porque simplemente no se da cuenta de la gran enseñanza que finalmente deja esta historia, y es que ¿acaso no fue estupendo ver una imagen final de Ana Paula amando a un hombre que logró ser feliz con su incapacidad, y sobre todo, haciendola feliz a ella? ¿No es esto un amor verdadero? ¡claro que sí! y se agradece tanto ver -aunque sea en telenovela- una enseñanza de vida tan hermosa.
¿No es maravilloso saber cómo el ser humano, pese a todo, puede recapacitar y dejar atrás un triste pasado para empezar de nuevo y amar?
¿No es increíble entender que el amor perfecto no existe sino saber que, cuando amas verdaderamente aceptas al otro tal cual y valoras su existencia?… y que el amor todo lo puede y que la bondad será siempre más poderosa y más importante que todo lo negativo?!
“La que no podía amar” nos habló de amor, de superación, de perdón, de comienzos, de entrega, de amistad, y también de ambición, de envidias, de rencor… ¡como todo en la vida! y fue una gran lucha en donde al final triunfó, como debe ser, el AMOR, el AMOR que todo lo acepta, todo lo perdona, todo lo entrega.
Yo con esa gran enseñanza me quedo y sé que todo el público piensa esto. Y somos lo más importante, porque es el público quien hizo de esta gran telenovela un éxito. Opiniones de todo tipo siempre habrá. Pero si hablamos de ver más allá, creo que en COLOMBIA y en todo lugar, lo que vale es el aprendizaje POSITIVO mas que un YO ME LLAMO o COLOMBIA TIENE TALENTO (donde no veo ni un carajo de aprendizaje), donde dejan nuestras experiencias.
Y ver “La que no podía amar” fue una gran experiencia, fue increíblemente gratificante ver y sentir tanto talento y tanta trascendencia: las escenas, los diálogos, las actuaciones, la dirección, la calidad y repito: LA GRAN ENSEÑANZA. Esas son las verdaderas historias para proyectar.
Por eso y más: GRACIAS ABSOLUTAMENTE A TODOS LOS QUE HICIERON POSIBLE ESTA TELENOVELA.
Para recordar siempre…